Ibis Sánchez-Serrano es un experto líder mundial en salud global, innovación farmacéutica y política científica traslacional. Es miembro del consejo editorial de la revista Gender & the Genome y ha escrito dos libros, The World’s Health Care Crisis: From the Laboratory Bench to the Patient’s Bedside (Elsevier, 2011) y The Core Model: A Collaborative Paradigm for the Pharmaceutical Industry and Global Health Care (Elsevier, 2019).
Conversamos con el Dr. Ibis Sánchez-Serrano sobre el Modelo Core enfocado a emprendedores además de algunos temas de interés.
¿Cuál considera usted que es la mayor causa o causas de la falta de acceso a las medicinas para el paciente común a nivel mundial?
Cuando hablamos de medicamentos debemos hablar de un sistema que es muy complejo. Existen los medicamentos innovadores de marca y los genéricos. Los medicamentos innovadores se convierten en genéricos cuando su patente expira. También existe otro tipo de intervenciones médicas.
Uno de los mayores obstáculos que enfrenta la industria farmacéutica mundial es que el costo de la investigación y desarrollo para producir un medicamento novedoso es muy elevado. Para producir un nuevo medicamento, es decir, llevarlo desde la fase de descubrimiento hasta la cama del paciente, se requieren aproximadamente entre diez y quince años y cerca de US$ 2.5 mil millones¹.
Por tanto, no es sorprendente que las casas farmacéuticas traten de recuperar con un medicamento innovador aprobado las pérdidas realizadas en otros ensayos con otras moléculas que fracasaron. A medida que avanzamos en la obtención del conocimiento científico, mayor es el costo de la investigación, el mercadeo, y la distribución de farmacéuticos. Todo esto trae como consecuencia que toda la cadena de medicamentos sea costosa, impactando económicamente todos los sistemas de salud mundiales. En países como los Estados Unidos, por ejemplo, no existe “oficialmente” el control de precios para medicamentos innovadores. Las casas farmacéuticas prácticamente ponen el precio que el mercado pueda soportar y esto, desafortunadamente, trasciende a todas las naciones. Países como Panamá se ven sumamente afectados.
Con respecto a los medicamentos genéricos estos deben ser mucho más económicos. El problema que existe en muchos países, incluyendo el nuestro, es que hay factores que encarecen este tipo de medicamentos, tales como las transacciones con los intermediarios. También la corrupción y la política juegan un papel importante en lo que es el encarecimiento de estos medicamentos.
Por tanto, hay que buscar paradigmas nuevos y formas en las que podamos abaratar los costos de descubrimiento y producción de los medicamentos, invirtiendo en investigación y desarrollo, infraestructura, y en todo lo que es el saber científico. En este aspecto, el Modelo Core es particularmente importante.
Hace más de 10 años usted predijo que uno de los peligros más grandes para la humanidad sería una gran plaga o pandemia debido a nuestra resistencia a los medicamentos, la falta de estos, la crisis farmacéutica y al pobre sistema inmunológico. Luego de tres años de vivir los daños causados por el COVID-19, ¿qué considera usted debe cambiar en el sistema de salud mundial para tener la capacidad enfrentar una segunda pandemia?
También añadiría que en el libro, al final del capítulo 2 y en el capítulo 11, se habla sobre temas importantes como la sobrepoblación y la facilidad de comunicación de estas enfermedades infecciosas a través de los medios de transporte globales, tal y como lo hemos visto en la pandemia de la Covid-19. En otras palabras, una epidemia puede estar en un país y en cuestión de horas, a través de un avión, podría llegar a otros países y convertirse en una pandemia. Además, el libro vaticinó el colapso de los sistemas de salud y del sistema de pensiones a nivel mundial, y la evolución de la pandemia.
Pero volviendo a su pregunta, lo que más nos interesa en estos momentos es la inversión en investigación y desarrollo, y también en la prevención. La investigación y desarrollo es importante porque a través de ella se descubre nuevos medicamentos que tratan o curan muchas enfermedades. En cuanto a la prevención, tenemos que trabajar en hábitos de vida. Vivimos en un mundo en el que, desagraciadamente, la alimentación es un problema muy serio a todo nivel. Por otra parte, el consumo de alcohol, las drogas, el sedentarismo, y la falta de nutrientes adecuados en la dieta tienen un impacto directo en el sistema inmunológico. Por tal motivo no es sorprendente que muchas personas con hábitos de vida no saludables se conviertan en más vulnerables a ciertas enfermedades. Ello realmente crea el ambiente apropiado para que las enfermedades infeccionas, es decir comunicables, ganen terreno. Sin embargo, el mismo efecto se ve en enfermedades no comunicables y crónicas, tales como la diabetes, el cáncer, las enfermedades cardio- y cerebrovasculares, etc. Y este último tipo de enfermedades no sólo cobran muchas vidas, sino que tienen un gran impacto económico y social y sobrecargan los sistemas de salud.
Por otra parte, está el tema de la educación y la cultura, los cuales no sólo se refieren a escolaridad, sino que también a actitud. Por ejemplo, cuando el VIH/SIDA estalló como una pandemia por allá por los años 1970s-1980s, el virus ya llevaba décadas circulando en diversas partes del mundo. Al principio, la actitud en los países industrializados fue que la gente en países africanos y pobres se moría por una enfermedad desconocida… Pero que eso no afectaría a los países ricos. Sin embargo, el VIH les llegó, y rápido. Creo que algo similar ha pasado con esta pandemia por el coronavirus, aunque de una manera mucho más veloz y vertiginosa. Los países desarrollados, o digamos industrializados, desde el principio no tomaron esto con la seriedad necesaria; quizás algunos gobiernos sí, pero la población, en general, no. ¿Por qué? Porque la mentalidad era que este tipo de enfermedades infecciosas solamente ocurren en los países pobres; en lugares en donde la gente no se cuida o vive en la miseria.
El cambio climático es un tema importante que también nos está afectando. El ser humano está destruyendo la naturaleza, está atacando hábitats a los cuales no tenía acceso antes. Al invadir estos hábitats, sea por hambre o por sobrepoblación, el hombre se ve expuesto a especies o microorganismos para los cuales su sistema inmunológico no está preparado.
En su libro The Core Model usted presenta una propuesta colaborativa para una solución efectiva al problema de la crisis farmacéutica a nivel mundial; sin embargo, algunos consideran que la industria farmacéutica está enfocada en el modelo de negocio de subscripción, es decir, no están enfocados en ayudar al paciente a resolver su problema de salud, sino en ganar clientes de por vida. ¿Considera usted que su propuesta de negocio podría ser aceptada por alguna comunidad farmacéutica?
El Modelo Core es un modelo organizativo y es también una teoría económica. El Modelo Core fue un descubrimiento que hice cuando escribía mi tesis de grado en administración de la tecnología en un programa colaborativo entre las universidades de Tufts, Harvard, y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en el cual participé. Este modelo lo descubrí mientras investigaba el desarrollo de un medicamento anti-cáncer llamado bortezomib (Velcade, Millennium Pharmaceuticals) para el tratamiento del mieloma múltiple, un tipo de cáncer de la sangre. En ese entonces me llamó la atención que este medicamento biotecnológico innovador fue desarrollado y aprobado en tiempo récord y con pocos recursos económicos—lo cual contrasta grandemente con lo que pasa en la industria farmacéutica, como hemos discutido al principio. Eso lo describí en un artículo publicado en la prestigiosa revista inglesa Nature Reviews Drug Discovery, en febrero del 2006, titulado “Success in translational research: lessons from the development of bortezomib”² (para las personas que están interesadas en consultar la fuente original).
Lo curioso es que mientras yo realizaba esta investigación también estaba interesado en temas y teorías económicas mucho más amplios y profundos, tales como el impacto de la tecnología en el desarrollo y el crecimiento económico, la importancia del comercio en el crecimiento económico, y la Teoría del Juego. También estaba interesado en entender cómo el hombre pasó de vivir en tribus a vivir en sociedad. En mi estudio sobre el desarrollo de bortezomib, increíblemente, todas estas cosas convergieron y cobraron un sentido claro, más bien prístino.
Pero ¿en qué consiste el Modelo Core? En síntesis, el Modelo Core divide a la sociedad en tres partes: el core, el puente, y la periferia. El core puede ser un solo individuo o grupos de individuos que se asocian para alcanzar un objetivo específico; el puente son los colaboradores externos del core, que a veces comparten intereses comunes con él, que lo ayudan a alcanzar las metas y que le facilitan tener acceso a otros recursos; y la periferia es la sociedad en su conjunto, con todos los recursos e instituciones que ha creado para su bienestar. La forma en la que el core y el puente interactúan es a través de un intercambio de activos (sea información, conocimiento, contactos, recursos económicos, materiales, etc.) y la colaboración. El puente le permite al core no sólo tener acceso o asegurar importantes recursos de la periferia, sino que también tener un impacto constructivo, de progreso y desarrollo en ella.
Por tanto, los contactos son sumamente importantes porque siempre traen consigo recursos, sean tangibles o no, que facilitan las cosas, que nos ayudan a ahorrar tiempo y dinero al momento de realizar una actividad específica. Ese tipo de colaboración baja, por así decirlo y usando una terminología científica, la “energía de activación”³ ; es decir, una cosa que debería estar en un nivel muy alto en energía (en este caso de dinero y/o tiempo o labor) baja a un nivel donde todo es más fácil y donde los objetivos se logran, gracias a la colaboración y el intercambio. Así el core logra desarrollarse y crecer y tener un impacto en la periferia. Al final, a través de este proceso, la sociedad humana crece, se desarrolla, y gana.
¿Cuándo hay problemas? Hay otros aspectos que no voy a discutir aquí, pero que discuto con lujo de detalles en mi libro The Core Model (Elsevier, 2019), tales como el liderazgo. Los problemas se dan cuando existe la corrupción; cuando existe lo que llamamos en Panamá “el juega vivo”; cuando existe la deshonestidad, porque ese tipo de acciones no permiten el progreso de la periferia. De acuerdo con el Modelo Core (y usando la Teoría del Juego⁴) ese tipo de gente debe ser “eliminado” del juego, porque ellos son nocivos. Creo que por eso la sociedad creó las leyes, creó las cárceles, creó un sistema penal, y creó un sistema de compensación por daños causados a otros, para evitar que esas personas deshonestas (que tratan de copiarse o de tomar ventaja para ellos solamente a costo de la sociedad) sean penalizadas y sacadas de circulación, pues ellas entorpecen el desarrollo de la sociedad.
De esta forma podemos entender por qué la periferia—la sociedad humana—ha creado instituciones como iglesias, bibliotecas públicas, leyes, sistemas de salud, religiones, institutos de investigación, etc.: todo lo ha hecho para beneficiarse a sí misma, es decir para beneficiar a todos los ciudadanos.
Abordemos la industria farmacéutica. La industria farmacéutica es un negocio, tal y como una fábrica de zapatos, de correas, o de zapatillas es un negocio. La diferencia que existe es que la industria farmacéutica para subsistir y crecer depende de la innovación. El modelo de negocios de la industria farmacéutica es bien sencillo: ella crea productos farmacéuticos, luego los desarrolla y los lanza al mercado. Ella obtiene patentes para proteger sus productos y adquiere un monopolio. Luego, esa patente expira—aunque la industria trata de seguir extendiéndola. La industria farmacéutica vende sus productos para ganar dinero y a la vez que gana dinero también ayuda a resolver problemas de salud que sin ella no se resolverían.
En lo personal, pienso que no hay que tener una actitud muy negativa, a priori, hacia la industria farmacéutica. Cierto es que en ella existe la corrupción y eso se debe combatir y penalizar. Pero este aspecto no debe opacar el lado positivo: sin dicha industria no habría vacunas, no habría medicinas, no habría curas contra el cáncer, pues hay cánceres que se curan. Hay que matizar ese tema porque esta industria no es caridad, no es una fundación: repito es un negocio y así tiene que ser entendido. Un negocio que, por cierto, utiliza el Modelo Core, pero a una escala mundial, a través de la colaboración con universidades, centros de investigación, entes reguladores de fármacos, bancos e inversores, hospitales, emprendedores, otras casas farmacéuticas (pequeñas, medianas, y gigantes), grupos de presión, fundaciones y filantropías, distribuidores, entes gubernamentales, etc. Todos los principios del Modelo Core son aplicables a la industria de fármacos.
Usted menciona que su Modelo Core puede ser utilizado en cualquier industria, negocio o incluso en la familia. ¿Cómo podría un emprendedor utilizar su Modelo Core para obtener éxito en su proyecto?
Le voy a responder con un ejemplo. Cuando llegó la pandemia a Panamá, se me hizo una solicitud de organizar un grupo de profesionales para que les diera sugerencias al Ministerio de Salud sobre cómo enfrentar este problema. Ese grupo empezó con mi persona, luego yo fui reclutando profesionales en el área de informática, en el de la administración de empresas, servicios públicos, médicos, científicos, gente que trabajaba en relaciones públicas, etc., y formamos un core. Poco a poco fuimos tomando fuerza. Cada uno de nosotros tenía contactos. Utilizamos esos contactos. Esos contactos nos abrieron más puertas.
Por ejemplo, a través de uno de nuestros miembros en el core, el prestigioso cantautor panameño Omar Alfanno y su esposa se unieron a nuestra causa y así, a través de ellos, como puente, pudimos realizar a nivel nacional una “Covidtón” (periferia) en la que recaudamos aproximadamente ciento cuarenta mil dólares para comprar una plataforma de PCR completa que donamos al hospital Dr. Luis “Chicho” Fábrega y tener una semilla para el primer laboratorio de medicina biomolecular. Con esta herramienta de diagnóstico de COVID-19 bajaron significativamente los casos de infección en nuestra provincia, Veraguas, la cual era una de las más afectadas a nivel nacional por la pandemia. Y la periferia se benefició.
Eso se hizo rápidamente. La Covidtón estuvo casi en cadena nacional; reclutamos prácticamente tres decenas de prestigiosos artistas nacionales e internacionales. Lo hicimos en tiempo récord usando el Modelo Core.
También lo estoy utilizando con mis próximos proyectos en Estados Unidos, en Boston, para la creación de una compañía biofarmacéutica especializada en enfermedades neurológicas y también en el cáncer.
El Modelo Core es efectivo, como lo ilustra una y otra vez mi libro homónimo. De hecho, lo utilizan muchos emprendedores, compañías, e instituciones extraordinariamente exitosas en todo el orbe. La clave está en entenderlo, en saber que existe una gran ventaja en ir de menos a más. Cuando uno inicia algo, uno tiene pocos recursos económicos y un tiempo limitado; entonces, el error que cometen muchos emprendedores es gastar e invertir una gran cantidad de dinero innecesariamente, lo cual conlleva a la descapitalización y al fracaso. Es importante que estos emprendedores capitalicen sus contactos, que colaboren con ellos, porque muchas cosas que costarían dinero o que tomarían mucho tiempo o labor se podrían conseguir gratuitamente y de manera rápida. Esta es la forma en la que se hacen las cosas efectivamente.
Hablemos un poco de Panamá. Es de conocimiento general que en Panamá hay una crisis en cuanto a los medicamentos. ¿Cómo adaptaría Ibis Sánchez-Serrano su Modelo Core al sistema farmacéutico panameño y qué diferencia habría del modelo enfocado a nivel mundial?
El Modelo Core es universal. Se puede aplicar en Panamá, África, Japón, Estados Unidos, Finlandia, Suecia, Brasil; donde sea.
El problema aquí en Panamá no es tanto la implementación de un Modelo Core: el problema es que Panamá es un país demasiado corrupto. Y no es algo que yo estoy inventando: esa es precisamente la causa de la crisis que estamos viendo actualmente en materia de medicamentos. Y es también la causa de las protestas sociales que hemos vivido en las últimas semanas; y que se seguirán dando de tiempo en tiempo.
Hay que sanear las instituciones. Hay que educar a la gente. Pero la cultura panameña también tiene que despertar. Hay que formar verdaderos líderes, gente honesta, responsable, y con visión. Al principio usted me mencionaba que el panameño es emprendedor. Pienso que el panameño, sobre todo la gente humilde de este país es emprendedora, pues le toca serlo para sobrevivir. Eso me consta, porque vengo de abajo. Por eso conozco bien cómo es el asunto. Sin embargo, existen pocos incentivos a nivel nacional para que los emprendedores puedan despegar. Existen muchas trabas, muchas personas con dinero que realmente bloquean el desarrollo y el crecimiento de estas actividades empresariales por los pequeños emprendedores, máxime si vienen de estratos humildes.
Ahora, asumamos que ya la corrupción ha bajado o por lo menos que estamos conscientes de que la corrupción existe: el tema de la educación en materia de la autoconfianza y la autodeterminación es sumamente importante. Hay mucha gente que es capaz, que tiene una capacidad de liderazgo que no conoce, pero que siempre está como bajo una “sombra” en la que se pregunta: ¿Cómo voy a empezar ese negocio? ¿Cómo voy a utilizar ese producto si no tengo capital, si otros tienen el mercado? Es decir, esta gente no tiene confianza en sí misma, muchas veces porque no ha aprendido a tenerla.
Otro tema importante en el Modelo Core es el de la innovación: entender qué significa la innovación, entender el mercado, entender cuántos tipos de innovación hay y cómo uno como emprendedor puede utilizar ese entendimiento para satisfacer una necesidad del mercado.
A nivel nacional es muy importante la colaboración entre diferentes entes estatales, la sociedad civil, y el sector empresarial; pero eso no se da ni se puede realizar aquí actualmente porque los niveles de corrupción están dentro de los más altos que existen en el mundo; y así no se puede avanzar de ninguna manera, porque recordemos que esa corrupción es castigada por el Modelo Core.
En sumario: estamos hablando de eliminar la corrupción, mayor educación en materia liderazgo, de economía y finanzas, sobre todo en escuelas primarias para que ello arraigue en la población general. Y ello es posible, pues el Modelo Core lo puede entender hasta un niño de cinco o seis años.
Ya hemos visto la llegada de otras enfermedades altamente contagiosas a nuestro país como la viruela del mono. ¿Qué puede hacer el panameño común para prepararse para estas y otras enfermedades?
Primero que nada, lo importante es recordar lo que dice un dicho: “mal de todos consuelo de tontos”. Desafortunadamente, así como la Internet tiene sus grandes ventajas, así mismo tiene la gran desventaja de la desinformación. Vivimos en el mundo de la desinformación. Hoy, cualquiera es “experto” (aunque ni siquiera sepa de lo que está hablando) y refutar o debatir en las redes sociales a cualquier persona que realmente pueda ser un ignorante en la materia que discute, o en la materia que se cree experta, inmediatamente significa una persecución social, porque todo el mundo piensa y cree que conoce la verdad, cuando realmente los expertos han llegado a ser expertos precisamente a través del estudio, del trabajo, de la disciplina y a través de todo un proceso internacional de evaluación y de crítica de pares. ¡La gente se deja marear por las tonterías ubicuas de la Internet que se convierten en “verdad”!
Pero respondiendo a su pregunta: el primer punto para enfrentar el tipo de situaciones a los que Usted alude es utilizar el sentido común, no hacerle caso a todo lo que le dice la gente, y menos por las redes sociales o por Whatsapp. Por ejemplo, si dicen: “En España la gente no usa mascarilla, entonces ¿por qué tenemos que usarla nosotros?” o “Pero yo veo los juegos de fútbol de Estados Unidos y de Europa por televisión y observo que la gente anda sin mascarillas”. Entonces, uno les respondería con una pregunta: ¿Entonces, por eso tú no usas la mascarilla? ¿Quiere decir que si los gringos, los españoles, y los otros europeos, en general, se lanzan a un precipicio, tú también te lanzarías a uno sin pensar por qué? ¡Le digo que es algo tan absurdo! ¡Es una estulticia que nos sorprende cada día más en su profundidad y escala!
Desde un principio, al enfrentar estos desafíos, la actitud instintiva debería ser: ¡Tengo que velar por mí, primero que nada; tengo que velar por mi familia; tengo que velar por mi entorno y por las personas que yo quiero! ¡Eso es sumamente importante!
Así que la estrategia debería ser: lavarse las manos con agua y jabón, bañarse, comer saludablemente, descansar; y en el caso de estas enfermedades que son transmisibles a través de las vías respiratorias, entonces usar las mascarillas, evitar conglomeraciones. Es cuestión también de sentido común y de responsabilidad con uno mismo.
Ya desde el punto de vista socioeconómico para enfrentar los efectos que crean este tipo de situaciones como las epidemias y las pandemias hay que tener presente siempre el ahorro. El ahorro constante. Por ejemplo, si tengo cinco dólares ahorro cincuenta centavos o un dólar. La vida siempre va a estar llena de imprevistos y sorpresas: ¡es más fácil, por ejemplo, que le caiga a uno un árbol encima que ganarse la lotería! Entonces, ¡es importante estar preparados para imprevistos que suceden constantemente en materia de salud, de empleo, de relaciones, de trabajo, de recesiones, de crisis económicas, etc.! No hay persona humilde que no pueda ahorrar. El ahorro no es solamente depositar dinero en una alcancía o en un banco. También es no consumir en exceso energía eléctrica, no desperdiciar la comida, no desperdiciar el agua: ¡todo eso es ahorro!
Es importante que la gente aprenda a planificarse y también prepararse para la vejez, porque muchas personas piensan que cuando se retiren van a tener una pensión, una jubilación. Pero cuando se retiren dada la situación mundial actual y la sobrepoblación, lo más probable es que reciban poco o nada. Cada día que pasa los recursos económicos y naturales son más escasos. Por tanto, desde joven la gente tiene que ir preparando un modelo de inversión en el que poco a poco se va comprando un terrenito, se va invirtiendo en bienes raíces o en cosas que creen rentas para vivir cómodamente en la vejez.
Respecto al tema de la sobrepoblación. Uno no puede tener cuatro hijos si no los puede mantener; uno no puede tener uno o dos hijos si el bolsillo no da o si uno no tiene trabajo. Hay muchas formas de cuidarse que no son el aborto. Yo soy una persona que estoy en contra del aborto, porque pienso que es un crimen desde el punto de vista biológico y también religioso y moral. Pero desde el punto de vista de la planificación familiar hay muchas formas de cuidarse que no son el aborto.
Todo lo dicho esto forma parte de enfrentar esta crisis de salud a nivel mundial que estamos experimentando.
Hablemos ahora un poco sobre Ibis Sánchez-Serrano. Orgullo veragüense, eminencia internacional en materia de salud, ¿En qué está enfocado o cuál sería el siguiente proyecto para el Dr. Sánchez-Serrano?
Ibis Sánchez Serrano es una persona común y corriente que desde pequeño ha sido muy inquisitivo, muy preguntón y observador, y que siempre ha deseado lo mejor para él y para su familia.
Cuando yo hablo de lo mejor para mí me refiero a bienestar, a salud, a educación, a prosperidad, a estar siempre tranquilo, libre de preocupaciones que no se necesitan, con una conciencia tranquila, viviendo de una manera digna y honesta. Soy una persona trabajadora y me siento orgulloso de ser veragüense; sin embargo, debo decir que no soy cien por ciento veragüense: de hecho, yo no tengo sangre veragüense. Mi mamá y cinco de mis seis hermanos por parte de mi mamá son chiricanos de David. Mi papá era colombiano y mis hermanos por parte de papa son darienitas y de la ciudad de Panamá. Por lo tanto, yo no tengo raíces veragüenses. La forma en la que se me crió fue añorando a David, Chiriquí, la unión y la pujanza de su gente. Sin embargo, obviamente, yo amo Veraguas, amo sus atardeceres, su gente, y todo lo veragüense.
Yo no veo mi carrera como una profesión: la veo más bien como una forma de vida, algo a lo que uno se entrega porque uno cree en esas cosas. Y uno vive para ellas.
El tema de la salud para mí es sumamente preocupante, porque siendo pequeño y creciendo en un hogar de tan escasos recursos, sé lo que es que la madre de uno tenga que correr para un centro de salud o un hospital con un niño enfermo y no tener el dinero para las medicinas o para la alimentación adecuada. ¡Todas esas son experiencias muy duras que dejan un sello muy profundo en uno! Entonces, ¿qué puedo hacer yo? La respuesta es: utilizar mi inteligencia y todas las bendiciones que Dios me ha dado–porque soy una persona creyente en Dios, soy católico—en ayudar al ayudar al prójimo. Independientemente de que fuese católico o de otra versión del cristianismo–donde la persona sigue valores cristianos de bondad, de entrega, de honestidad, de trabajo, de dedicación al prójimo– para mí mi trabajo forma parte de lo que yo soy, de mi vida, y de los valores con los que me educaron. Por eso elegí el campo de la biomedicina, precisamente para aportar mi conocimiento y mejorar la calidad de vida de otras personas a través de ese conocimiento y contribuir así a crear un mejor mundo.
¿Planes futuros? Si Dios quiere, regresar a Boston en unas semanas e iniciar una compañía para desarrollo de medicamentos—si todo sale bien a través de una colaboración con los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés). De hecho, el NCATS (National Center for Advancing Translational Sciences) del NIH me mandó nota de felicitación sobre el Modelo Core, el cual se los había presentado en 2014, por el uso de este modelo en la creación de las nuevas vacunas anti-Covid-19. Eso fue muy importante para mí. Volviendo al tema, el objetivo es establecer una colaboración con el NIH y con otras universidades para el desarrollo de medicamentos innovadores en el área de las enfermedades neurológicas y también el cáncer, posiblemente. Por otra parte, mi editorial, Elsevier, luego de lo que ha visto con la pandemia y de evaluar lo que decía mi libro sobre la crisis de los sistemas de salud mundiales, me ha solicitado la segunda edición de este libro. El próximo mes estaré participando en varias conferencias a nivel mundial. Una va a ser en México, a través de la UNAM (Universidad Autónoma de México) en el Palacio de la Medicina.
En agosto, en la Universidad de las West Indies, en Jamaica, habrá un foro, una conferencia mundial, para discutir el tema de la inversión en innovación en ciencia y tecnología, y en el emprendimiento para los países que están fuera del campo industrializado, ya sea economías emergentes o países en vías de desarrollo.
Ya desde el punto de vista personal, soy amante del arte–estudié historia del arte en la universidad, así como estudié genética; soy autodidacta en lo que es la historia de la música clásica; he estudiado historia, literatura, español… Soy coleccionista de arte: colecciono arte de artistas latinoamericanos y de otras nacionalidades contemporáneos. Amo los animales. Amo la fotografía. Todo esto forma parte de mi personalidad.
¿Cuál sería la mejor manera de contactarle?
Tengo mi página personal de Facebook y de figura pública de Facebook. Recientemente, creé una cuenta en Instagram. Por ahí me pueden contactar también. Yo leo todos los mensajes y los respondo. Lo que sí le pido a las personas es que cuando me contacten que sea en el ámbito profesional. Estos foros son foros intelectuales y llenos de cultura y de respeto. El tipo de gente que van a encontrar allí es de personas con cierto nivel de urbanidad y de cortesía.
¹A Tough Road: Cost To Develop One New Drug Is $2.6 Billion; Approval Rate for Drugs Entering Clinical Development is Less Than 12% https://www.policymed.com/2014/12/a-tough-road-cost-to-develop-one-new-drug-is-26-billion-approval-rate-for-drugs-entering-clinical-de.html
²Sánchez-Serrano I. Success in translational research: lessons from the development of bortezomib. Nat Rev Drug Discov. 2006 Feb;5(2):107-14. doi: 10.1038/nrd1959. PMID: 16518378. https://www.discoverymedicine.com/Ibis-Sanchez-serrano/2009/07/26/translational-research-in-the-development-of-bortezomib-a-core-model/
³«Activation Energy and the Arrhenius Equation – Introductory Chemistry- 1st Canadian Edition». opentextbc.ca. Archived from the original on 2017-07-08. Retrieved 2018-04-05.
⁴Ross, Don, «Game Theory», The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Fall 2021 Edition), Edward N. Zalta (ed.), URL = <https://plato.stanford.edu/archives/fall2021/entries/game-theory/>.
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