Paraíso Orgánico

Una plática con Jairo Rivera, dueño de La mano de Dios en la huerta

¿Qué lo motivó a incursionar en esta área?

«Al grupo de agricultores orgánicos de Cerro Punta se nos incentivó con unos seminarios que me parecieron muy interesantes sobre el cuidado de la naturaleza, el cuidado de la creación. Y ahí comencé haciendo unas pequeñas parcelas que de hecho de inicio no me fue muy bien; porque no tenía el conocimiento, pero seguimos interesados año a año aprendiendo un poco más y con la necesidad de los últimos diez, doce años que hay mundialmente de producir no solo comida sin productos químicos sintéticos, sino también producir más acorde con la naturaleza; entonces ya me dediqué prácticamente a esa actividad. Y hoy nos sentimos muy bendecidos con esta actividad.»

¿Cuáles han sido los obstáculos que ha encontrado en el camino?

«Uno es que se nos ha enseñado todo convencional, algo que responde a métodos que están en contra de la naturaleza. Entonces el mayor obstáculo es cambiar nuestra mente a trabajar con la naturaleza y no en contra de ella. El otro obstáculo es que no hay aquí en Panamá una escuela que enseñe a la gente realmente a trabajar la agricultura orgánica. Entonces tuvimos que aprender trabajando, y sí gracias a algunos cursos que también hemos tomado verdad, pero nuestra escuela ha sido la agricultura, trabajando la tierra y ahí hemos aprendido gracias a Dios.»

¿Aparte de los beneficios que aporta la agricultura orgánica a la naturaleza, que beneficios cree usted que aporta a los seres humanos?

«Está comprobado mundialmente que los productos tratados sin químicos sintéticos o sea totalmente natural, tienen mayores nutrientes. Un ejemplo: la vitamina B12. Si usted le hiciera la comparación de vitamina B12 a vegetales orgánicos con relación a vegetales convencionales o incluso a vegetales trabajados en hidropónicos se daría cuenta de la enorme diferencia. La otra es que, si el producto que estamos consumiendo está contaminado con productos sintéticos y el cuerpo percibe veneno, a veces rechaza, pero no necesariamente está rechazando el tomate, la lechuga o el producto, está rechazando el producto químico sintético. Entonces no podemos asimilar los nutrientes, aunque los tuviera. Así que la agricultura orgánica contribuye a nuestra salud y también contribuye al medio ambiente. Recuerde que cuando estamos en este tipo de actividad el principio es dar, le damos a la tierra lo que necesita y entonces ella le da a la planta y la planta nos lo regresa a nosotros. No vemos a la naturaleza como enemiga, aprendemos a trabajar con ella y eso es muy maravilloso.»

¿Qué futuro le ve a la agricultura orgánica como una actividad aquí en Panamá?

«La agricultura orgánica aquí en Panamá hasta hace dos, tres años se veía muy débil. Pero realmente en los últimos años la agricultura orgánica ha comenzado a tomar un auge ya que mundialmente está demostrado que esa es la agricultura del futuro. Y entonces con la certificadora nacional facilitándonos a una certificación de mucho menos costo, (una certificadora del estado pero que cumple con todos los requisitos internacionales y está siempre vigilada) hemos tenido ese enorme privilegio de no solo tener un producto orgánico y decir «es orgánico», porque  la credibilidad es un tema muy complicado. En Panamá están comenzando a haber muchos proyectos en esa dirección  y yo creo que en cuestión de pocos años la agricultura orgánica va a tomar dimensiones que ni siquiera nosotros nos imaginamos.»

¿Cuáles son los productos que se pueden encontrar en su finca?

«Nosotros cultivamos vegetales variados. De manera permanente estamos variando por el hecho de que la agricultura orgánica es así, no se siembra nunca el mismo producto. Pero siempre tenemos vegetales, lechuga, repollo, batata; también sembramos tubérculos, yuca maíz. Productos muy variados tenemos aquí.»

¿Cómo lo podemos contactar y adquirir sus productos orgánicos o agendar un tour?

«Nosotros estamos ubicados aquí en Paraíso, Boqueron, Chiriqui Panamá. La ubicación específica es la ruta sur que va de Cerro Punta a Boquete, en medio de la ruta sur va a encontrar la escuela de Paraíso, la infoplaza, casa comunal y diagonal estamos nosotros.»

«Para mi no hay satisfacción mayor que poder trabajar acorde con la naturaleza, de poder saber que lo que nosotros tomamos de aquí  aun cuando lo comercializamos es una gran bendición para quien lo pueda consumir. Y le animo a  todos los que nos escuchan o los que puedan leer lo que estamos transmitiendo, que puedan volcarse  y mirar hacia los alrededores. Dios nos dejó un mundo perfecto, y nosotros lo hemos destruído. Pero cuando comenzamos a trabajar con Él nuevamente y con la naturaleza vemos como que se está revirtiendo y si pudiéramos tener muchos más proyectos de este tipo tendríamos mucho menos problemas  de los que tememos ambientales y seríamos mucho más felices todos los seres humanos.»‘- Jairo Rivera

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